LA AUTOESTIMA DE TUS HIJOS
La autoestima infantil es una de los temas psicológicos que más interés suscita a nivel educativo por parte de padres, madres y psicólogos. Hoy en día, cada vez somos más conscientes del papel que juega la autoestima a lo largo de nuestra vida, ya que muchos de los problemas psicológicos en la edad adulta tienen de base una mala autoestima.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es la imagen que tenemos de nosotros mismos, es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos, experiencias que determinan la imagen que tenemos de nosotros.
La valoración que hagamos en este sentido, determinará nuestras motivaciones, actitudes y comportamientos, e influirá en nuestra respuesta emocional y en definitiva, en nuestra felicidad.
Cuando esa evaluación es positiva, decimos que tenemos una alta autoestima, mientras que si esa evaluación es negativa, decimos que nuestra autoestima es baja.
¿Cuándo se forma?
Empieza a formarse en una persona desde que es bebé y establece el primer vínculo con la madre y con el padre. Cuando el niñ@ se siente querido y aceptado por sus padres, le resulta más fácil aceptarse a sí mismo.
Serán los padres del niñ@ principalmente y su entorno más cercano, el que condicione su autoestima, por eso debemos tener muy en cuenta lo que les transmitimos.
La autoestima marca el desarrollo del niño
Es un elemento básico en la formación personal de los niños. De su grado de autoestima dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción de la felicidad. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se siente competente, seguro y valioso. Entiende que es importante aprender, y no se sentirá menos importante por necesitar ayuda. Será responsable, se comunicará con fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada. Una imagen positiva de nosotros mismos, también hace que contemos con más recursos personales para afrontar momentos difíciles en nuestra vida. Es decir, la autoestima funcionaría como una «vacuna» que hace menor el sufrimiento psicológico ante críticas, rechazo, fracasos, pérdidas o cualquier otro acontecimiento negativo; o como un «colchón» que amortigua los «golpes» que nos va dando la vida.
Al contrario, el niño con una baja autoestima, no confiará en sus propias posibilidades ni en las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras personas y , por lo tanto, se comportará de una forma más tímida, más crítica y tendrá menos recursos personales, lo que en algunos casos podrá originar problemas psicológicos de diverso tipo entre los que encontramos ansiedad, depresión, conductas agresivas o problemas de relación con los demás (padres, compañeros de clase…).
¿Cómo identificar la mala autoestima en los niños?
Normalmente, durante su desarrollo los niños suelen presentar muchas alteraciones de conducta. Y eso es totalmente normal, ya que el niño irá experimentando y necesitará contrastar distintas situaciones. Ahora bien, existen situaciones que persisten y se convierten en comportamientos casi crónicos. Por ejemplo, cuando el niño empieza a evitar actividades intelectuales, deportivas o sociales por miedo al trabajo; cuando engaña, miente, y echa la culpa a los demás; cuando, por no confiar en sí mismo y en su capacidad, se hace pequeño delante de los demás; cuando se vuelve agresivo o violento, y extremadamente tímido; cuando se niega a todo y se muestra frustrado ante cualquier situación, o cuando la opinión ajena domina sus decisiones.
Cuando te des cuenta de que tu hijo presenta alguna de estas conductas, es aconsejable que te acerques más a él para intentar ayudarle. El apoyo de la familia es fundamental en el proceso de recuperación. Pero, si ves que la situación es más seria o que necesitas ayuda, es recomendable que cuentes con la ayuda de un psicólogo que te de pautas para restablecer la autoestima de tu hij@, antes de que siga creciendo con este problema y aparezcan más complicaciones en la edad adulta.
¿ Qué podeis hacer los padres para ayudar?
- Dale amor incondicional. Tu hijo se sentirá mucho mejor si lo aceptas tal y como es, sin importar cuáles son sus puntos fuertes, sus dificultades, su temperamento o su destreza. Así que dale mucho amor, besos y abrazos. Y no olvides decirle cuánto le quieres. Cuando tengas que reñirle por algo, aclárale que es su comportamiento y no él lo que es inaceptable. Por ejemplo, en lugar de decirle «eres un niño muy malo», o «siempre te comportas mal», puedes decirle: «no estuvo nada bien que empujases a Marta, puedes hacerle daño, por favor, no vuelvas a hacerlo».
- Bríndale atención. Aparta tiempo para dedicarle a tu hij@ tu atención completa. Eso le ayudará a reforzar la sensación de que es valioso e importante para ti. Mírale a los ojos para que sepa realmente que lo estás escuchando. Y si un día tienes poco tiempo, díselo, pero ten en cuenta sus necesidades. Le puedes decir «cariño en cuanto acabe de cocinar me cuentas el dibujo que has hecho».
- Ser un ejemplo positivo. Si tu eres un padre o madre con baja autoestima, pesimista o poco realista respecto a sus capacidades o limitaciones, es posible que su hij@ lo imite. Los niñ@s aprenden de lo que ven. Tienes que alimentar tu propia autoestima y tu hij@ tendrá un excelente ejemplo a seguir.
- Elige un estilo educativo democrático. Podéis ser padres cálidos pero a su vez exigentes y firmes. Está muy bien que establezcáis límites y hagáis cumplir las normas, pero a su vez fomentando la comunicación con vuestros hijos y siendo sensibles a sus necesidades.
- Ten cuidado con lo que le dices. Los niñ@s son muy sensibles a las palabras de sus padres. No les faltes al respeto «eres tonto», «eres un inútil», «nunca haces nada bien»…esos mensajes irán interiorizándolos y no les permitirán crear una imagen positiva de sí mismos.
- Utiliza más el refuerzo que el castigo. Muchas veces les decimos todas las cosas que hacen mal, incluso les castigamos, pero se nos pasa por alto decirles todo lo que hacen bien, damos por hecho que debe ser así. Es mucho más práctico y positivo para su autoestima reforzar todas las conductas positivas que den, podemos utilizar refuerzos verbales «estoy muy orgullos@ de ti» o «me encanta verte así formalito sentado en la mesa»; refuerzos emocionales, mimos, besos, abrazos, caricias, gestos de aprobación..; o refuerzos materiales, regalos, chuches, ir al cine, de excursión…
Recuerda:
- Ofrece a los niñ@s oportunidades para que tengan éxito.
- Limita las experiencias difíciles de tus hij@s.
- Enséñales a ser positivos y optimistas.
- Educa a tu hij@ a que sea sociable.
- Trasmite a los niñ@s el valor de compartir.
- Enseña a tu hij@ a disfrutar de las pequeñas cosas.
- No compares a tu hij@ con otros niños ni con sus herman@s.
- Permite que tus hij@s se equivoquen o cometan errores.
- Si tu hij@ se equivoca, no le critiques.
- Juega con tus niñ@s.
- Habla con cada uno de tus hij@s.
- Ayuda a que tus hij@s puedan ponerse metas realistas.
- Inculca a los niñ@s el amor por la vida y la naturaleza.
- Se cariñoso con tus hij@s.
- Guía a tus hij@s a aprender nuevas tareas.
- Pasa tiempo libre con tus hij@s.
- No actúes en forma violenta frente a los niñ@s.
- Ensénales a soñar y a luchar por lo que quieren.
- Confía en los niñ@s.
- Infunde hábitos saludables a tus hij@s.
- Busca razones para elogiarle(s) cada vez que puedas.
- Incúlcales la idea del esfuerzo.
- No presiones a los niños para que tengan éxito.
- Escucha con atención los planteamientos que te hacen.
- Enseña a tus hij@s a valorar a las demás personas.
- Muestra hábitos y costumbres positivas.
No eduques a niñ@s que se sientan culpables.
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